Simbad el marino

Este es otro cuento de la clase de lengua.


Simbad el Marino


¿Cómo podría explicaros lo que sentí en aquel instante?
Fue como si las las puertas del cielo se abrieran ante míde par en par. Con el corazón lleno de esperanza, corrí sin descanso hacia la brecha de luz, que cada vez se fue haciendo más y más grande y, cuando por fin llegué frente a ella, mis ojos veron de nuevo el azul intenso del mar.
Resultó que el agujero de mi salvación se encontraba en la pared de un acantilado, hasta el que trepaban los animales para entrar en la fosa y alimentarse con la carne de los cadáveres.Como no había forma de bajar de allí, durante varios días permanecí al pie de aquella pared rocosa alimentándome de musgo y hierbas silvestres y ansiado que alguien me viera desde el mar y acudiera a rescatarme. Por fortuna, llegó un día en el que el capitán de un barco avistó mis señales de socorro y wnvió una chalupa para sacarme del acantilado. Una vez a bordo, le conté que acababa de llegar a la costa después de naufragar en alta mar, pues temía que el capitán me delatase si le contaba la verdad. Cuando subí al barco, llevaba conmigo un fardo lleno de joyas que les había arrebatado a los cadáveres de la fosa, pensando que a ellos no les servirían de nada mientras que a mí me podrían ser muy útiles en mi propósito de viajar hacia Bagdad. En recompensa por haberme rescatado, le ofrecí aquellas joyas al capitán, pero el buen hombre no quiso aceptarlas, por lo que volví a casa más rico que nunca.
El día de mi llegada, me crucé con un buen amigo que se alegró mucho al verme. Me preguntó dónde había estado, y, al poco de empezar a relatarle mi historia, me interrumpió para decirme:
-A juzgar por tu aspecto, cualquiera diría que acabas de volver a la vida después de recorrer las entrañas del infierno.
Yo pensé por un momento en aquellas palabras, y al fin respondí con alivio:
-Eso es justo lo que me ha pasado.

1 comentario:

  1. Buen trabajo Christian!
    El texto está bien y la carta que le has hecho a tu madre creo que te servirá para que te perdone.
    Yo la conozco y sé que cuando se enfada contigo tiene su gran parte de razón. Los padres y madres siempre queremos lo mejor para nuestra familia.

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